Las ediciones 25 Aniversario de Wii y Nintendo DSi XL también llegarán a Europa
Estas ediciones conmemorarán los 25 años de vida de la mascota de la Gran N: Mario.
Las tan codiciadas y deseadas ediciones conmemorativas de Wii y Nintendo DSi XL, con motivo del 25 aniversario de Mario, llegarán definitivamente a Europa y a España. La Nintendo DSi XL llegará el 22 de octubre, mientras que en el caso de Wii, el pack llegará una semana después: el 29 de octubre. Por desgracia aún no disponemos de precios para ninguno de los dos bundles, aunque esperamos que este extremo sea dilucidado durante los próximos días.
En cuanto al contenido de cada uno de los packs, en el caso de Wii, la consola vendrá en un nuevo acabado color rojo, se incluirá el nuevo Wii Remote Plus y se incluirán los juegos New Super Mario Bros y Donkey Kong, título en el que debutó el personaje de Mario, por aquellas conocido como Jump Man. En el caso de la Nintendo DSi XL, el acabado será similar aunque se incluirán iconos característicos del universo Mario, y también se incluirá el juego New Super Mario Bros.
Es un fontanero bajito, regordete, bigotón y más bien feo. Pero valiente como ninguno y dispuesto a enfrentarse a cualquier peligro con tal de rescatar a su amada princesa. Se llama Mario y nació tal día como hoy hace 25 años. Sus divertidas aventuras en el Reino Champiñón revolucionaron el mundo del videojuego y le han valido convertirse en el principal emblema de la firma japonesa Nintendo. Ha tenido 200 secuelas.
Sus andanzas comenzaron en 1984, antes del nacimiento de 'Super Mario Bros'. Entonces se llamaba Jumpman y era un carpintero que aparecía como secundario en el juego 'Donkey Kong'. Un año después, el carisma del personaje terminó por convencer a la compañía nipona, que lanzó un 'arcade' protagonizado por él. Las limitaciones gráficas de aquella época definieron en gran parte la apariencia de Mario. El reducido número de píxeles obligó a los programadores a diseñar su cuerpo en dos colores, por eso viste un mono. La escasa resolución impidió dotarle de una boca, así que le dejaron crecer un tupido bigote negro. Finalmente, la dificultad para dibujar su pelo terminó por colocarle sobre la cabeza un enorme gorro rojo. Su imagen había variado tanto que le pegaba más ser fontanero. Así cambió de oficio.
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